Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

El origen de este acuerdo se remonta al 13 de diciembre del 2006, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó esta serie de acuerdos para velar por las garantías necesarias de derechos para las personas con discapacidad. Este fue el primer tratado internacional en la historia que obtuvo la firma de 81 países el mismo día de su apertura. La Convención entró en vigor el 3 de mayo de 2008.

Una de las bases necesarias para velar por estos derechos era la creación común de un instrumento jurídico único que enumerara sus derechos. Es decir, anteriormente, las personas con discapacidad tenían una serie de instrumentos y una jurisprudencia que no tenía consistencia y que estaba muy dispersa, ocasionando la poca validez del cumplimiento de dichos derechos y por ende, una falta de protección que se vinculaba directamente con áreas fundamentales como la calidad de vida. 

Entre los puntos más importantes de este acuerdo, se encuentran: 

• El disfrute de libertades y derechos humanos sin ningún tipo de discriminación por parte de las personas con discapacidad
• La comprensión plena de las dificultades y barreras que las personas con discapacidad, especialmente niñas y mujeres viven en su día a día
• El compromiso de una acción conjunta entre estados para garantizar una autonomía y libertad de acción de las personas con discapacidad
• El acceso a una sanidad que pueda cubrir todos y cada una de sus necesidades
• El perfeccionamiento de aquellas herramientas que luchen por todo tipo de discriminación en contra de la dignidad de cada persona